Aparatos para dejar de roncar: ¿en qué consisten?
Los aparatos para dejar de roncar son dispositivos con una función médica que consiste en ayudar a la persona que los usa a disminuir o eliminar los ronquidos. Existen numerosos aparatos para dejar de roncar comercializándose actualmente, pero la mayoría de ellos no cumplen correctamente su propósito o funcionan en una pequeña minoría de usuarios.
Las razones de esta falta de efectividad es que no están pensados para resolver ronquidos ocasionados por diferentes causas. Ya que los ronquidos pueden aparecer por varias razones, el hecho de que utilizar un aparato para dejar de roncar que se centre en desbloquear sólo la nariz, por ejemplo, resulta de escasa utilidad cuando además hay un problema de paladar blando o de traquea inflamada.
El post de hoy lo voy a dedicar a analizar tres de los aparatos para dejar de roncar que son verdaderamente efectivos en comparación con los demás dispositivos.
La Almohada Antironquidos, una solución postural
Cualquier persona que ronque lo sabe: dormir boca arriba empeora los ronquidos. Y además que empeorarlos, los provoca. Al dormir boca arriba la boca tiende a abrirse y la lengua acaba desplazándose hacia atrás debido a que el paladar blando no está lo bastante tenso como para mantenerla. Este bloqueo al principio de la garganta hace que, con el paso del aire a través de la tráquea, los tejidos vibren generando un ruido fuerte y molesto que puede prolongarse toda la noche.
Una forma práctica y rápida para evitar que esto ocurra es básicamente cambiar de postura y pasar a dormir de lado. Los médicos recomiendan esta postura por las noches para evitar los ronquidos y para eso sirve la almohada antironquidos. Diseñada con una ergonomía que “obliga” a la persona a colocarse de costado, la almohada suele estar compuesta de un material más duro que las almohadas comunes para que el cuello se mantenga recto y el aire pueda pasar con fluidez.
Una variante de esta almohada es la que incluye un sistema robotizado en el interior que reacciona al sonido de los ronquidos modificando su forma para contrarrestar la posición incorrecta de la cabeza.
La mejoría en las personas que optan por este aparato para dejar de roncar es palpable siempre que esta postura se mantenga. ¿Esto qué quiere decir? Que no es absolutamente fiable que se vaya a dormir de lado por el hecho de estar apoyando la cabeza en una almohada antironquidos. Para asegurar la postura, se recomienda disponer de una segunda almohada para el cuerpo que ayude a mantenerse de costado. Hay que tener especial cuidado con el cuello, ya que al ser tan dura y alta esta almohada ergonómica, si se pasa a dormir boca arriba de nuevo y de forma inconsciente, podría ocasionar dolores cervicales y tortícolis.
El CPAP o la Presión Positiva Continua en la Vía Aérea
El segundo de los aparatos para dejar de roncar que son verdaderamente efectivos es el CPAP, siglas del nombre en inglés Continuous Positive Airway Pressure (Presión Positiva Continua en la Vía Aérea). Este sistema tiene una tecnología más compleja que la almohada o que ninguno otro de los aparatos o métodos para dejar de roncar con excepción de la cirugía. El CPAP consiste en una máquina que, por medio de un tubo unido a una mascarilla que se coloca sobre la nariz y la boca (o sólo sobre la nariz, según el problema respiratorio) e insufla aire a presión dentro del sistema respiratorio.
El aire introducido a presión y de forma continua mantiene la tráquea abierta de manera que no colapse al exhalar y no vibre provocando el ruido. No sólo se utiliza en casos de ronquidos, sino que de hecho es más habitual su uso en personas que sufren de apnea obstructiva del sueño.
Este sistema está altamente recomendado por médicos y profesionales de la salud, ya que cumple su función y resulta bastante efectivo. No obstante, obtener un CPAP puede resultar también complicado, ya que debe recomendarlo expresamente un médico especialista. No es conveniente que una persona adquiera un dispositivo así sin antes consultar a su médico. Además, son aparatos bastante caros que pueden llegar a costar desde 300 hasta más de 800 euros.
Otra desventaja es la incomodidad de su uso, descrito por muchos pacientes como bastante molesto. No todos los usuarios de un CPAP llegan a acostumbrarse a utilizar esta máquina cada noche durante toda la noche debido a que les resulta difícil cambiar de postura y el ruido que emite la máquina es muy fuerte. También se ha expresado descontento por parte de algunos que sienten agobio y un poco de claustrofobia debido a la presencia de la mascarilla.
La Férula Antironquidos, la más recomendada
El último de los aparatos para dejar de roncar que analizamos en esta publicación es la famosa férula dental antironquidos. Las férulas, cuyo nombre técnico es dispositivo de reposicionamiento mandibular, tienen un porcentaje muy alto de efectividad y sus condiciones de uso la convierten en una solución más asequible y cómoda para los usuarios.
La férula antironquidos, fabricada con un material hipoalergénico especial de uso médico, se coloca entre las mandíbulas y se ajusta perfectamente a ellas, manteniendo la mandíbula inferior ligeramente adelantada. Este simple cambio supone una nueva posición de la boca que hace que el aire fluya con menos resistencia por la garganta y se reduzca el nivel drásticamente de los ronquidos o incluso desaparezca.
En combinación con otros aparatos para dejar de roncar como puede ser la misma almohada antironquidos o las tiras nasales, la férula antironquidos aumenta aún más su efectividad.
Aunque se pueden encontrar modelos de férulas bastante caras en el mercado (sobre todo si son especialmente diseñadas en una consulta dentista o laboratorio), se puede optar por comprar una férula personalizable en casa. Éstas están fabricadas de un material termosensible que se moldea con un proceso de calor y frío. Su precio es mucho más bajo que las férulas de clínica y su efectividad sigue siendo muy alta.
La conclusión final que os doy, si prefieres no complicarte demasiado y no gastar mucho dinero para dejar de roncar, optes por la primera y la tercera opción, o mejor, una combinación de ambas.
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